Según datos del DRNA, la caza de animales se lleva realizando desde antes que los europeos llegaran a Puerto Rico.
El exoficial de manejo del Refugio de Vida Silvestre en Boquerón, Idelfonso Ruiz, indicó que las comunidades de Puerto Rico que realizan caza en la isla, lo hacen de manera “recreativa” para conectar con la naturaleza y no con el enfoque de sobrevivencia que utilizaban antes los taínos. Lo cual cataloga como una pérdida del instinto salvaje y del amor por lo orgánico.
“Desafortunadamente el puertorriqueño ya no cosecha su propio alimento, hemos perdido el instinto animal. Dependemos del 75% de los alimentos que entran a Puerto Rico por medio de las barcazas. El no fomentar la cacería en la isla coloca a los ciudadanos puertorriqueños en desventaja y en el peor de los escenarios aumenta la hambruna”, expresó Ruiz.
Según el exoficial, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) es responsable de establecer y hacer cumplir las leyes, reglas y regulaciones relacionadas con la casa en Puerto Rico. Sin embargo, hay excepciones, como por ejemplo, las aves migratorias de países extranjeros, en estas situaciones la jurisdicción caería en manos del gobierno federal en coordinación con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos.
“Soy amante de la naturaleza cuando estoy de caza y me llama la atención velar que con quienes cazo, no rompamos la Ley 241 de Vida Silvestre (según enmendada, 1999). En eso soy muy cautelosa y también soy ambientalista, o sea que todos en mi grupo tenemos que dejar el área inmaculada mejor que cuando nos las prestaron”, dijo Maribel Morales Garcia, quien lleva más de 38 años como cazadora.
Morales también explicó que ella no realiza cacería como deporte, sino, pasatiempo para disfrutar de la naturaleza y el compañerismo. Al igual que destacó que con el tipo de caza que realiza, el de aves (palomas, patos, tórtolas) y mamíferos (cabros y cerdos), su grupo consume la carne recolectada y no la desperdician.
Anualmente el DRNA decide cuáles especies y lugares son aptos para practicar la cacería sin perjudicar el ecosistema. De no cumplir con las especificaciones de la agencia, estas pueden penalizar a sus participantes con multas y hasta cargos criminales.
“El departamento realiza inventarios de población durante todo el año de aves, como palomas y aves acuáticas. Estos datos se envían por correo electrónico a la Oficina de Aves Migratorias, donde expertos en estadística y vida espectral evalúan la salud de las poblaciones”, recalcó Ruiz.
La temporada de caza comienza en septiembre, con las palomas, siguiendo con los patos y otras especies. Igualmente, las épocas usuales en Isla de Mona, un destino popular para estas prácticas, comenzando en enero hasta abril, donde comienzan permitiendo arco y flecha y luego añaden el permiso de utilización para escopetas. Mientras que solamente se permite cazar entre 6:00 am hasta 6:00 pm, de lunes a jueves en Isla de Mona.
Ruiz destacó que históricamente en Puerto Rico, estas prácticas comenzaron con los taínos, quienes utilizaban herramientas como redes, espinas de pescados, arco y flechas, canastas, entre otras artes para atrapar aves, iguanas, manatíes, jicoteas, y más.
“Aprendieron a domesticar las aves, las cuales utilizaban para cazar cotorras. Sin embargo, no es hasta la llegada del hombre europeo y africano que desarrollan al máximo las artes de pesca y cacería”, expresó Ruiz en declaraciones escritas.
Reglamentaciones para realizar el deporte
Aunque Ruiz hace hincapié que este tipo de práctica suele ser pasada generacionalmente por familiares, hay algunas especificaciones que deben ser seguidas, según explicadas en el Reglamento 6765, “para regir la conservación y el manejo de la vida silvestre, las especies exóticas y la caza”.
Algunas de estas son:
- Aprobar el curso de educación a cazadores y de integrar a menores de 14 a 17 años, tienen que ser otorgados permisos condicionales.
- Está prohibido utilizar arcos con potencia menor de 40 libras, grabar las cacerías, embarcaciones motorizadas y armas con puntas explosivas, envenenadas o con anestésico.
- Cazar en áreas autorizadas como el Refugio de Vida Silvestre en Boquerón, la Reserva Natural de Humacao, Isla de Mona o la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos.
- Estudiar las limitaciones establecidas en ese año para la especie que desea cazar.
- De cazar en fincas privadas, consultar de antemano con los dueños y asegurarse que cumplen con los requisitos.
Principios según el Servicio de esca y Vida Silvestre de los Estados Unidos
En Puerto Rico y en Estados Unidos la cacería es legal y regulada, al igual que opera bajo los principios del Modelo Norteamericano de Conservación de Vida Silvestre, como presentado por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. Esto para regular estas actividades y prevenir damnificar los ecosistemas de las especies, con el fin de solo ayudar mantener un balance y reducir la sobrepoblación.
- La vida silvestre como recursos de fideicomiso público: Los recursos naturales y la vida silvestre en tierras públicas son administrados por agencias gubernamentales para garantizar que las generaciones actuales y futuras siempre tengan vida silvestre y lugares silvestres para disfrutar.
- Prohibición del comercio de vida silvestre muerta: La caza comercial y la venta de vida silvestre están prohibidas para garantizar la sostenibilidad de las poblaciones de vida silvestre. La Ley 241 de Vida Silvestre según enmendada, también conocida como la Acta Lacey, prohíbe el comercio de vida silvestre, peces y plantas que han sido capturados, poseídos, transportados y vendidos ilegalmente.
- Estado de derecho: Las leyes y regulaciones desarrolladas por DRNA, y aplicadas por agencias estatales y federales, guiarán el uso adecuado de los recursos de vida silvestre.
- Oportunidad para todos: Cada ciudadano tiene la oportunidad, bajo la ley, de cazar y pescar.
- La vida silvestre solo debe matarse con un propósito legítimo: Las personas pueden matar legalmente a ciertos animales salvajes para cotos de cacería o alimento como el caso de las iguanas verdes, cabras, palomas, entre otros.
- La vida silvestre como recurso internacional: Debido a que la vida silvestre y los peces migran libremente a través de las fronteras entre estados, provincias y países, se consideran un recurso internacional.
- Manejo científico de la vida silvestre: La mejor ciencia disponible se utilizará como base para la toma de decisiones informadas en el manejo de la vida silvestre. Es importante tener en cuenta que los objetivos de gestión se desarrollan para apoyar a las especies, no a los animales individuales.